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¿Máscarillas, sí o no? Cuidado con las máscaras...

Foto del escritor: Lucía QuirogaLucía Quiroga

Ando preocupada y ¡mucho! por esto de mascarilla sí, mascarilla no... Y no es precisamente por si es bueno o malo para la remisión o la vuelta de ese odioso virus, que seguramente, también. Pero no, hay algo que ahora me preocupa mucho más y de lo que deberíamos o alguien que tenga algún poder de decisión, debería ocuparse. Y es de un efecto que afecta, seguro, a todas las personas, pero sobre todo a las personas más jóvenes, a nuestros jóvenes porque muchos ya andan diciendo por ahí que no se la piensan quitar...


Y ¿por qué?, habría que preguntarse. ¿Es que sienten miedo ante poder contraer el virus o es que tras dos años mal contados, se han acostumbrado a vivir tras una máscara?

Nuestra educación, nuestra sociedad siempre nos ha llevado al convencimiento de que "vivir tras una máscara" era algo peyorativo, era un engaño, era un parecer pero no ser, era un si me oculto, quizá no se vean los defectos que tengo, o que creo tener.

También en nuestra sociedad, había una lectura bondadosa de las máscaras. El cine y los medios de comunicación nos hicieron creer que hasta para hacer el bien, como en el personaje de "El Zorro", o "Spiderman" o "Batman", la única manera de seguir adelante y de que te dejasen hacer era tras una máscara.

Estamos a tiempo de controlar esta situación. Estamos a tiempo de que, más allá del respeto a los que siguen teniendo miedo, o, simplemente, creen que así se protegen de verdad, pero de verdad y solo exclusivamente desde el punto de vista de la enfermedad, al virus, no insistamos, no reforcemos el uso de las mascarillas, salvo que una autoridad médica nos lo confirme, porque muchas personas e, insisto, muchas personas jóvenes, pueden utilizarlas como un "me escondo". No me veo guapa o guapo, es que tengo granitos, quizá mis labios podrían ser más lindos, quizá mi nariz no sea perfecta. Y si me sigo poniendo la mascarilla, todo eso, todos esos defectos que creo tener no se me verán. ¿Cómo me voy, entonces a quitar la mascarilla? Ya me he acostumbrado a vivir con ella y, sobre todo, ya me he acostumbrado a que las demás personas me conozcan así, solo de ojos y frente y así parece que gusto...

La vida no debería ser una máscara. La vida no es fácil, no, pero no debería facilitarse a través de una máscara. Quizá, para lo que antes dije de esos personajes, que para hacer el bien necesitaban utilizarla, tendría algo de sentido. Para las demás personas, no. Para nuestras personas jóvenes, menos. Si empezamos enfrentándonos a la vida ocultando lo que creemos que no va a gustar, mal empezamos. Cada persona es como es y siempre es guapa, guapísima. Da igual lo que digan los cánones estéticos. Todas las personas somos guapísimas, pero la "guapura", no os olvidéis, está siempre en el corazón, aunque el mundo, la sociedad os quiera hacer creer otra cosa. Así es que, lanzo un mensaje para que ayudemos a que quienes no se quieran quitar esa máscara, hoy en forma de mascarilla, lo hagan... Cuanto antes descubras dónde tienes que mejorarte, ¡y no físicamente!, antes empezarás a disfrutar del maravilloso viaje de la vida, con sus alegrías y sus tristezas, sí, pero sobre todo, con la ilusión de hacer lo que tú quieras, lo que tú te propongas, con tu esfuerzo, con tu entrenamiento, con tus subidas y bajadas, pero nunca, y digo nunca, dependiendo de lo que los demás opinen de ti, pensando tú que es porque te ven la cara entera, sin mascarilla... ¡Y mucho menos por si tus labios, tu nariz o tu barbilla son más o menos bonitas!


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